martes, 2 de febrero de 2010

Pronósticos Electorales: Ciencia y Heurística. Astrología o Magia (05/2000)

Las encuestas electorales, cuando ofrecen sus resultados advierten, para “curarse en salud”, que se trata de una fotografía de un momento dado y de ninguna manera de un pronóstico aplicable al día de la elección. Desde ese punto de vista, una vez construido y validado el instrumento, el procedimiento resulta en una actividad técnica. Científicamente en cambio, los resultados pueden ser integrados en un modelo más complejo que permita ajustar las cifras, por ejemplo, tomando en cuenta las preferencias según estratos socioeconómicos y la posible abstención en cada estrato. Llama la atención la disparidad en los resultados de las diferentes encuestas, inclusive tomando en cuenta el hecho de no coincidir exactamente el período del muestreo. En mayo 20, una conocida encuestadora publicó como resultados, que de una muestra total de 1200 sujetos, 1162 habían respondido que irían a votar, y sólo 38 que no votarían; esto significa una participación electoral del 97%. Nótese que se trata de un voto virtual; sin lluvia, sin sol, sin colas y sin necesidad de transporte, para la realidad de Mayo 28, la participación electoral estará muy alejada de esta cifra. Esta disparidad entre la abstención virtual encuestada en Mayo 20 y la abstención real de Mayo 28, implica que los resultados de las encuestas electorales ni siquiera sean una fotografía del día en el cual se toma la información.

Frente a la actividad técnica de las estimaciones electorales vía encuestas, puede ser concebido un pronóstico elaborado dentro de un marco científico. En las Ciencias Sociales, nunca ha sido visto con simpatía este tipo de reto, entre otras razones, porque generalmente conduce a unos estruendosos fracasos que, lógicamente, afectan el prestigio científico y credibilidad personal del pronosticador. Frente al prudente plañir de mi abuela de “No meterse en camisas de once varas”, voy a privilegiar el trueno bizarro de mi abuelo de “Hombre cobarde, no preña mujer hermosa”. Lo efímero de los fenómenos sociales es la razón por la cual las Ciencias Materiales se han desarrollado más aceleradamente que las Ciencias Sociales. Mientras que en las primeras se pueden elaborar Predicciones Causales y Control de Variables, en las Ciencias Sociales, en cambio, es necesario conformarse con mediciones confiables en Escala de Intervalo y Predicciones Covariantes, o, alternativamente, con la denominada Comprensión Hermenéutica en Escala Nominal y/o Clasificatoria, con una cierta indefinición en cuanto a confiabilidad.

En nuestra reciente historia electoral, entre Noviembre de 1998 y Diciembre de 1999 se han efectuado cinco procesos electorales, los últimos cuatro han estado referenciados y centrados en la figura del actual Presidente y ahora candidato a la regilitimación. A partir de esas cifras y los resultados muestrales de las encuestas de Mayo 20, presentaremos un esquema para un pronóstico científico. En la elección presidencial (06/12/98) con un 36% de abstención y alrededor de 11 millones posible de electores, el candidato ganador obtuvo 3.688.068 votos, equivalente al 33.60% del total. En el Referéndum del 25/04/99 el (Si/Si) logró el 31.00 %. En las elecciones de la Asamblea Constituyente del 28 de julio de 1999, mediante la aplicación de procedimientos estadísticos, estimamos que los candidatos del Polo Patriótico, fueron electos por 3.350.345 Votantes Equivalentes Ponderados (VEP), lo que significa el 30.46 % del registro total. En el referéndum del 15/12/99, los votos positivos alcanzaron al 31.30%.

Similar a la "Cura en Salud" de las encuestadoras electorales, las estimaciones que a continuación se pueden hacer implican que las condiciones pasadas y/o tendencias se mantienen estables. Si aceptamos que las cuatro elecciones pasadas no tienen igual grado de centramiento con el Candidato/Presidente, podemos proponer heurísticamente una ponderación. La elección presidencial como la más cercana (p=3), el Referéndum de abril (p=1), en posición intermedia la elección de la Constituyente (p=2), y el Referéndum de Diciembre (p=2). Bajo estos supuestos, como un refinamiento estadístico, se hace notar que el tiempo constituye una Variable Independiente y por tanto se puede hacer un ajuste por regresión . Probando distintas funciones, obtenemos un estimado promedio para Mayo 28; este estimado es un valor cercano al 30.00%. Nótese una vez más, que nos movemos con supuestos muy fuertes; en este caso, que las circunstancias del período Dic98/Dic99 son comparables con las circunstancias de Mayo 28. Como no podemos establecer que las condiciones entre Dic98/Dic99 son similares o equivalentes a Mayo 28, entonces tenemos necesidad de suponer que, por lo menos, se presenta un equilibrio algebraico entre dos tipos de factores de signos opuestos. Por una parte, se tiene: Barcos. Chino. Cavendes. Micabú. Bravo. PPT, y por la otra, (a) se profundiza y polariza la campaña electoral con utilización optimizada de medios y recursos, (b) intenso carisma personal del incumbente, especialmente en los estratos D/E.

Para Mayo 28, tendremos tres grupos de votantes: (a) Viejos: los que votaron en Dic98, (b) Nuevos: que votan por vez primera, (c) Jurásicos: los que siendo electores no votaron en Dic98. Analizaremos cada grupo. De los votantes viejos, 30% volverán a votar y lo harán a favor. Un 30.40% —incluido el 1% de los irreductibles de Claudio— que si llegasen a votar lo harán en contra. Resta un 3.60% que en Dic98 votó a favor; para este 3.60%, asumiendo heurísticamente que mayoritariamente pertenecen a los estratos A/B/C, según las encuestas tienen una probabilidad p=0.25 de votar a favor. Para los votantes nuevos se asume, sin ninguna otra información, el valor promedio de probabilidad p=0.54. De los votantes jurásicos, asumiendo heurísticamente que mayoritariamente pertenecen a los estratos D/E, según las encuestas, tienen una probabilidad p=0.75 de votar a favor. A partir de estas cifras, cada lector puede hacer sus cálculos probabilísticos; las conclusiones a obtener serán las siguientes: (a) Si la participación electoral es menor del 60%, con toda certeza triunfará el Candidato/Presidente. (b) Si la participación electoral es mayor del 72%, las probabilidades favorecen el triunfo del Candidato/Presidente. (c) Si la participación electoral se sitúa entre 60% y 72%, existirá una probabilidad cierta para el triunfo del Candidato/Gobernador. (d) Si se produce un altísimo nivel de participación electoral, 97%, tal como se encuentra registrado en la encuesta de Mayo 20, nuestros resultados coinciden exactamente con la encuestadora, referente a que el Candidato/Presidente obtendrá aproximadamente el 54% de votos. Como conclusión y logro científico, nótese que hemos construido una bellísima función no lineal. Amanecerá y veremos.

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