Recientemente se ha comentado en torno polémico, tanto el envío a Cuba de estudiantes venezolanos, como la proposición de convenios para utilizar Médicos Rurales en zonas pobres y periféricas del país. Ambas propuestas lucen razonables. Expondremos algunas razones. Recientemente publicamos (El Globo / 7 de Mayo) un artículo titulado "Estadística, Verdad y Abstención", allí analizamos y comentamos algunos caso y ejemplos, de lo que se ha venido etiquetando como mentiras estadísticas, que en la mayoría de los casos no son tales, sino que se generan por una defectuosa conceptualización, aplicación y uso de esta disciplina.
Cuando los organismos internacionales establecen como parámetro normativo, una cierta cifra de médicos por millar de habitantes, toman como paradigma, países industriales y/o europeos, donde existe, tanto en lo geográfico como en lo social, una razonable homogeneidad. Si se trata de países atrasados y heterogéneos; en lo geográfico por su extensión y densidad, y en lo social, por la existencia de grandes desigualdades económicas, las estimaciones calculadas, ya de por sí deficitarias respecto de la norma internacional, adicionalmente por una aplicación e interpretación defectuosa, carecerán de significado y pueden inducir a juicios erráticos.
El parámetro (Med*1.000)/Hab constituye en su esencia un promedio estadístico implícito, pero que puede ser develado dividiendo el país en circuitos equivalentes en población —similar a circuitos electorales— donde en cada uno de ellos, se calculará la relación mencionada , obteniéndose posteriormente un promedio en el conjunto de los circuitos. Ello será similar al caso de Pedro, que cena una ternera completa y de Pablo que no recibe nada, pero como sabemos, paradójicamente, en promedio los dos cenan media ternera. En la realidad, al analizar la distribución estadística de los circuitos existirá un pequeño número de circuitos urbanos, con un número significativo alto de médicos por habitantes, pero también aparecerá un gran número de circuitos, donde por lo contrario se tendrán escasos médicos por habitantes.
Según estudios que hemos elaborado para PROFORHES/ OPSU, en cuanto a Graduados y Profesionales Activos por Área de Conocimiento, hemos estimado que para el año 2.000 tendremos 83.745 profesionales actuando en el Área de Salud, de los cuales aproximadamente 50.448 serán médicos. Asumiendo razonablemente que un médico distribuye su tiempo con un 60% para el Servicio Publico y un 40% para su Práctica Privada, podemos entonces establecer una relación con cifras proyectadas que hemos estimado en Fundacredesa (1995). Para una Venezuela heterogénea del próximo milenio, con un 91% de habitantes en los niveles GRAFFAR V, IV y III* y con 9% en los niveles I, II y III**, se tendrá un grupo afortunado de venezolanos, que dispondrá de 9.26 médicos por millar de personas y otro grupo menos afortunado, donde cada millar de ciudadanos tendrá que conformarse con escasos 1.38 médicos; valiosos y esforzados.
Cuando los organismos internacionales establecen como parámetro normativo, una cierta cifra de médicos por millar de habitantes, toman como paradigma, países industriales y/o europeos, donde existe, tanto en lo geográfico como en lo social, una razonable homogeneidad. Si se trata de países atrasados y heterogéneos; en lo geográfico por su extensión y densidad, y en lo social, por la existencia de grandes desigualdades económicas, las estimaciones calculadas, ya de por sí deficitarias respecto de la norma internacional, adicionalmente por una aplicación e interpretación defectuosa, carecerán de significado y pueden inducir a juicios erráticos.
El parámetro (Med*1.000)/Hab constituye en su esencia un promedio estadístico implícito, pero que puede ser develado dividiendo el país en circuitos equivalentes en población —similar a circuitos electorales— donde en cada uno de ellos, se calculará la relación mencionada , obteniéndose posteriormente un promedio en el conjunto de los circuitos. Ello será similar al caso de Pedro, que cena una ternera completa y de Pablo que no recibe nada, pero como sabemos, paradójicamente, en promedio los dos cenan media ternera. En la realidad, al analizar la distribución estadística de los circuitos existirá un pequeño número de circuitos urbanos, con un número significativo alto de médicos por habitantes, pero también aparecerá un gran número de circuitos, donde por lo contrario se tendrán escasos médicos por habitantes.
Según estudios que hemos elaborado para PROFORHES/ OPSU, en cuanto a Graduados y Profesionales Activos por Área de Conocimiento, hemos estimado que para el año 2.000 tendremos 83.745 profesionales actuando en el Área de Salud, de los cuales aproximadamente 50.448 serán médicos. Asumiendo razonablemente que un médico distribuye su tiempo con un 60% para el Servicio Publico y un 40% para su Práctica Privada, podemos entonces establecer una relación con cifras proyectadas que hemos estimado en Fundacredesa (1995). Para una Venezuela heterogénea del próximo milenio, con un 91% de habitantes en los niveles GRAFFAR V, IV y III* y con 9% en los niveles I, II y III**, se tendrá un grupo afortunado de venezolanos, que dispondrá de 9.26 médicos por millar de personas y otro grupo menos afortunado, donde cada millar de ciudadanos tendrá que conformarse con escasos 1.38 médicos; valiosos y esforzados.
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