jueves, 16 de diciembre de 2010

Sueños Seriados. Insertos y Fantasmagóricos

Nunca he comprado un billete de lotería. Cuando he tenido que adquirir boletos de Fe y Alegría, de manera inmediata los he regalado a Matilde, Laura y Milagros. La ruleta, por fugaces momentos como turista en el Caribe. Por lo contrario, desde que tengo diez años de edad, he estado construyendo e inventando, inicialmente rústicos indicadores y luego sofisticados modelos --matemáticos y/o estadísticos-- para que mediante una cuantificación de la herencia y/o del pedigree, se posibilitase pronosticar científicamente --hasta donde ello pudiese ser posible--, la calidad y éxito de los ejemplares purasangres de carrera. En los últimos doce años me he centrado exclusivamente en Kentucky.

Esta alambicada y extraña introducción, se orienta a expresar y a explicitar, que obviamente no creo en los sueños para predecir el futuro. Nadie, ni en este mundo, ni en cualquier otro que pudiera existir, puede adivinar el futuro. Pienso, sin tener elementos empíricos como respaldo, que respecto a nuestra realidad cotidiana, los sueños tienen una escasa relación --lógica y coherente-- con lo que nos ha sucedido en el pasado o nos sucede en el presente. Forzando el significado de los conceptos, podemos decir que aún en aquellos sueños que se pueden considerar normales y/o corrientes, de todas formas presentan de manera yuxtapuesta y aleatoria, elementos de una cierta realidad imaginaria y/o de ficción, generándose consecuentemente mosaicos mentales absurdos y sorprendentes. En mi opinión, ellos pueden constituir un buen motivo de inspiración para escritores de cuentos modernos y surrealistas. No creo en la interpretación que de los sueños ha hecho el Psicoanálisis. Ello fue producto de un momento precientífico que posibilitaba ese tipo de especulaciones, sin controles y/o comprobaciones de carácter operacional y/o empírico. Esta afirmación no cuestiona la posible validez de los conceptos de Subconsciente (Freud) o de Inconciente Colectivo (Jung), solo se refiere a uno de los medios /instrumentos, que dentro de esa escuela se utiliza como técnica de comunicación.

Me desvió brevemente de mi línea y de mis comentarios de carácter estadístico y/o epistémico, para resumir cual pudiese ser la naturaleza estructural --no sustantiva o de contenido-- de estos tipos de sueño que he llamado seriados, insertos y fantasmagóricos. Como consecuencia del tratamiento que estoy recibiendo, a veces no puedo dormir bien. Una de estas noches, adicionalmente tenía molestos dolores en la espalda, dormitaba de una manera poco profunda y al mismo tiempo, soñaba continuamente. Cada dos horas me movía desde la cama --donde dormía de medio lado--, hacia un sofá extensivo --donde dormía al derecho--. A lo largo de toda la noche tuve cuatro sueños recurrentes. El contenido de ellos no es relevante, eran historias anodinas. Tres de ellos, con pequeñas variantes se repetían dos o tres veces y el cuarto, transfiguradamente, incorporaba dentro del sueño a los dolores, las incomodidades y las dificultades para dormir.

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