martes, 30 de marzo de 2010

ARTÍCULOS CIENTÍFICOS. ENSAYOS EPISTÉMICOS. LAS ESENCIAS DE PROUST

1 Como lo afirmase mi hijo Orocio, el tratamiento que actualmente recibo por tres días cada tres semanas, me afecta la mente. Posiblemente sea cierto. Físicamente me siento débil y extraño, en un presente inmóvil y estático del cual no quisiera alejarme y del que no puedo escapar, pero mi pensamiento lúcido y centrado, vuela fugaz y aceleradamente hacia las orillas del recuerdo. (De alguna manera evoco las experiencias pioneras del escritor Silvio Pellico en su libro Mis Prisiones). Espontáneamente me encamino hacia el pasado que en trama sutil y permanente he vivido como académico y como científico, pero esta vez por otros diferentes caminos, necesariamente termino de alguna manera en el campo de las convicciones epistemicas y filosóficas, que en conjunto con las anteriores dibujan tanto un perfil como una personalidad. El título híbrido, escogido y propuesto para este comentario, reflejaría ese recorrido. En la primera parte, me he propuesto ser explícito y detallado aún en aspectos muy específicos y/o técnicos, así como también he de incluir intencionalmente referencias personales y familiares, para con ello motivar hacia el futuro a que mis nietos, puedan estar interesados en leer estas notas. Trataré de llegar hasta el final y presentar una visión, aunque resumida sea completa. En relación a las Esencias de Proust, con estos comentarios, sólo me aproximo al tema, el ensayo completo que precisamente será donde refiera algunas de esas convicciones epistemicas y filosóficas, lo he de concluir y/o enviar muy pronto.
2 En los últimos diez años, con ciertos problemas de salud, y especialmente en los últimos cinco años como jubilado, mi producción de artículos científicos ha disminuido considerablemente. Asisto a la universidad dos veces al mes, sólo a las reuniones del Consejo Superior. Actualmente trato de publicar mis artículos científicos en dos revistas; Interciencia y en el Informe de Investigaciones. El conocimiento y la base estadística de información, necesarios para elaborarlos, me posibilita lograr una mayor objetividad para superar el proceso de publicación y arbitraje. Adicionalmente difundo vía Internet lo que he llamado comentarios estadísticos y/o metodológicos y comentarios epistémicos y/o filosóficos, que en algunos casos --con mayor precisión bibliográfica-- pudiese formalmente ajustar en ensayos para su publicación. Como lo he comentado en otras oportunidades, pertenezco al PPI nivel III. Para mantenerme en ese nivel III, necesito publicar en el período 2006 - 2010 cuatro artículos científicos y/o ensayos epistémicos en revistas arbitradas de prestigio.
3 Voy dejando de escribir los ensayos estadísticos y/o metodológicos y me siento más atraído hacia los ensayos epistémicos y/o filosóficos. En general, estos últimos me resultan muy interesantes y creativos, pero pueden parecer tan particulares y poco convencionales, que no hago el intento de publicarlos en revistas arbitradas, porque tratándose de opiniones que pudieran parecer subjetivas, seguramente van a entrar en conflicto con la opinión, también subjetiva de los árbitros. Últimamente he tenido problemas con los artículos científicos, que por su elaborada sofisticación estadística y por ende su lograda originalidad, nunca antes había tenido dificultades y los cuales creía yo, eran mi fuerte para publicar. Históricamente en cambio y aún tratándose en todos los caso de artículos científicos, siempre tuve desencuentros y enfrentamientos, tanto con los jurados de mis trabajos de ascenso como con los jurados de los Premios Anuales Universitarios de Trabajos de Investigación (Con toda seguridad, soy el único profesor, que habiendo previamente para ese momento escrito dos tesis doctorales, una premiada internacionalmente, le haya sido rechazado su trabajo de ascenso para el escalafón de Titular). Aunque resulte poco creíble, puedo asegurar que por alguna razón que ignoro, en muchas oportunidades, los jurados optaban por declarar desiertos los premios, en lugar de otorgárselos a mis trabajos. Véase y reflexiónese sobre esta absoluta realidad. En el año 2001 presenté cuatro trabajos de investigación en cuatro áreas disciplinarias distintas. En Educación, en Ciencias Sociales, en Humanidades y Filosofía y en Matemáticas y Probabilidades. Los jurados en Educación y en Ciencias Sociales pertenecían a mi propia Universidad, profesores con niveles promedio en el escalafón, que no eran ni investigadores, ni pertenecían al PPI. Por lo contrario, los jurados en Humanidades y Filosofía y en Matemáticas y Probabilidades, eran todos ellos profesores reconocidos, pertenecientes a la Escuela de Filosofía y a la Facultad de Ciencias de la UCV. Como resultado logré dos premios, en Humanidades y Filosofía y en Matemáticas y Probabilidades, donde precisamente los jurados eran externos, en cambio los otros dos premios, donde lo jurados eran internos, fueron declarados desiertos. Aún con una muestra tan pequeña (n=4) este resultado tan contrastante debería ser estadísticamente significativo.
4 Estoy por aceptar que no soy el brillante científico epistémico que siempre me he creído ser y más aún el buen investigador que con mucho estudio, preparación y trabajo, me he esforzado en tratar de llegar a ser. Con el paso del tiempo se va quedando lejos la formación estadístico matemático que recibí desde 1955 hasta 1975: Ingeniería (Pregrado). Psicología (Pregrado). Cendes (Postgrado/Planificación). MIT (Postgrado/Estadística). Complutense de Madrid (Doctorado/Medición). UCV (Doctorado/Psicometría). En el año de 1961, habiendo ya enfrentado algunos desencuentros vocacionales, había alcanzado el cuarto año de Psicología, al igual que antes me había sucedido en Ingeniería con las materias especializadas propias de la carrera, sabia que no sería capaz de ejercer profesionalmente ninguna de esas dos actividades. Pero esta vez en cambio había descubierto lo interesante, fascinante y apasionante de la Estadística, de la Medición, de la Psicometría y del Operacionalismo. Sabía entonces perfectamente hacía donde debería orientar mis estudios de postgrado. Durante estos últimos cincuenta años, me he sentido absolutamente satisfecho con mi actividad académica. Me siento orgullosamente feliz de haber propuesto y desarrollado conceptos tales como: Cupo Diferencial (1965/Revista Universalia), que aplique exitosamente en 1974, cuando diseñamos el Programa de Becas Gran Mariscal de Ayacucho. Votación Nominal con Representación Proporcional (1973/Revista Universitas 2000), adoptado y utilizado desde 1990 en la Universidad Central de Venezuela. Eficacia. Eficiencia. Pertinencia (1975/Revista Universitas 2000), específicamente se trata sólo del concepto de pertinencia, para ello fue escogido y utilizado un término que ya era de uso común y corriente en el lenguaje ordinario, fue adaptado para el contexto particular de la Planificación y de la Evaluación Institucional. Se le asigno una definición operacional como Pertinencia Social. Igualmente me he deleitado con la belleza y simetría matemática alcanzada en algunas de las variadas fórmulas estadísticas que he desarrollado. En especial quiero mencionar dos (a) Una fórmula con estructura matemática lineal, que dentro de la teoría de la información se utilizaría para medir tres tipos diferentes de conocimientos: Total. Parcial. Conjetural. (1972/Tesis Doctoral Premiada. Madrid). (b) La Fórmula Metodológica Herencia /Ambiente, que al contrario de las fórmulas utilizadas hasta ese momento (1996), parte de la medida del ambiente, en oposición a la medida de la herencia vía gemelos y pares relacionados. Es la primera fórmula donde se estima, primero la Ambientalidad y luego por diferencia se obtiene la Heredabilidad. Inicialmente, en su diseño y estructura metodológica la publiqué en el Informe de Investigaciones (1996), posteriormente al profundizar y desarrollar los aspectos estadísticos y matemáticos, la publiqué en Interciencia (2009).
5 Siento que sólo me quedan dos o tres artículos científicos por escribir, los podré terminar porque en los últimos quince años, a partir del Proyecto Venezuela de Fundacredesa (Fundación para Estudios de Crecimiento y Desarrollo de la Población Venezolana) he obtenido y recibido generosamente la valiosa ayuda y colaboración del Ingeniero Edgar Matheus, consultor internacional en el cálculo estadístico y de probabilidades para la evaluación del riesgo ambiental que generan la construcción y el manejo de grandes centrales hidroeléctricas. Experto a tiempo completo en el manejo de todo tipo de programa y aplicaciones electrónicas, ha mostrado y cultivado una marcada vocación como investigador.
6 En Fundacredesa, desde su origen y/o nacimiento en 1975 y hasta el año 2003, fui directamente Asesor Estadístico del Dr. Méndez Castellano, Presidente de la institución. Luego de haberse completado entre 1975 y 1979 el diseño muestral y los estudios pilotos, desde 1980 mi única tarea consistía en ajustar estadísticamente los porcentajes de los estratos socioeconómicos del Graffar, tomando como punto de partida los valores crudos y directos obtenidos en la muestra del Proyecto Venezuela. Para cumplir con este requerimiento, me vi en la necesidad de crear y desarrollar un algoritmo matemático que de manera muy eficiente y científica, usando la información obtenida en la muestra de las Encuestas de Hogares, obligase a las distribuciones marginales de las variables socioeconómicas del Proyecto Venezuela, ajustarse a las distribuciones marginales de aquellas variables comunes con la Encuesta de Hogares. Este procedimiento --que estadísticamente pondera diferencialmente cada uno de los patrones de respuesta en las cuatro variables componentes del Graffar-- era equivalente a lo que de manera más doméstica y menos eficiente se conocía como martillar la muestra, expresión que era la utilizada por nuestro amigo Páez Celis. Para aplicar este modelo, era necesario realizar una gran cantidad de cálculos. Entre 1980 y 1985, me ayudaba mi hijo Maximiliano, quien a los veinte años ya era un genio de la computación y era capaz de modificar los programas de una jurásica computadora llamada Radio Shack, para facilitarme los cálculos del modelo. En 1985, cuando Maximiliano viaja a Canadá no me queda otra opción que encargarme de mis propios cálculos. Brenda Centeno me enseñó a utilizar una de las primeras versiones del Lotus y la necesidad me impulsaba a moverme hacia el SPSS. Afortunadamente en 1995, aparece Edgar Matheus con las últimas versiones del SPSS y del Excel, así hasta el año 2003 pudimos resolver todo tipo de situaciones, siempre y cuando se dispusiera de información pertinente. Edgar es absolutamente ordenado con el manejo de los archivos.
7 Así nos quedan dos o tres artículos científicos por escribir y espero que uno o dos buenos y bien pensados ensayos científicos o epistémicos que desde hace unos treinta años vengo estudiando y analizando cuidadosamente, serán de mi absoluta responsabilidad y necesariamente tengo que tratar de publicarlos. Con esta edad y circunstancias, asumo que Cronos me tiene ya en la mira, pero yo me le he enfrentado. Por ello me muevo aceleradamente hacia los ensayos epistémicos y filosóficos. Coyunturalmente escribiré algún ensayo estadístico metodológico según se presente la oportunidad. Hasta me he convertido en un escritor ocasional del diario El Nacional, vía la oportuna y excelente sección llamada Defensoría del Lector. En este momento sostengo un diálogo/polémica con el académico Francisco Javier Pérez para dilucidar ciertos extremos sobre el poeta alemán Robert Walser y su relación cronológica y/o de contemporaneidad con el escritor y filosofo Walter Benjamin.
8 Toda esta historia se inicia y esta pensada para motivar la lectura de mi próximo ensayo epistémico filosófico que he titulado Las Esencias de Proust. Sin ninguna modestia voy a recomendarlo ampliamente. Estará pronto terminado y sin lugar a dudas es uno de los mejores que últimamente he producido. Nada que ver con los ladrillos de Las Conjeturas de Wittgenstein, Las Anovas de Originalidad y Calidad Científica, y los Ingenieros Radicales Islámicos de Moisés Naim. Estaremos en la línea de Sobre Arte y Humanismo, pero este es más corto, más leve y más simpático. Para motivar su lectura voy a nombrar y a describir solamente a los principales personajes que allí intervienen, pero me eximiré de hablar sobre la trama del ensayo, ello para inducir su lectura.
9 Además de los tres personajes principales, también figuran músicos, pintores, poetas y escritores y hasta mencionaremos a Marcos Vargas, el enigmático personaje de la novela Canaima de Rómulo Gallegos. El primer personaje será lógicamente Proust, conocido precisamente por haber descrito detalladamente ese tipo de esencias (La primera vez, al mojar una madalena en una taza de café). Proust literariamente está considerado como el más famoso novelista francés del siglo XIX. Su obra maestra “En busca del tiempo perdido” está compuesta por seis libros, y desde el primero hasta el último se refiere y describe las esencias. El segundo personaje es nuestro apreciado y conocido filósofo Juan David García Bacca. Junto con Jorge Ruiz de Santayana y Xavier Zubirì, está considerado entre los tres más grandes filósofos españoles de todos los tiempos. Tanto José Ortega y Gasset como Miguel de Unamuno, fueron grandes escritores y pensadores, pero no pueden considerarse como típicos filósofos académicos. García Bacca fue un exilado republicano desde 1938. Entre los años de 1947 y 1977 tuvimos el privilegio de recibirlo en Venezuela, donde desarrolló una intensa y productiva vida académica y universitaria. Nunca regresó a España en vida del dictador. Como colegas que fuimos en la Facultad de Humanidades, lo conocía y lo trataba personal y académicamente con mucho aprecio y respeto. En algunas tardes conversábamos sobre estadísticas y matemáticas en un cubículo de la biblioteca central que tenía una ventana hacia el patio del estacionamiento. Una vez en el año de 1965, el día en que nació mi hija Amandita, en una de las reuniones semanales de la Comisión de Auto Estudio y Planeamiento, presidida por el Rector Bianco, dirigida por el Dr. Francisco De Venanzi, con el Dr. Alonso Gamero y otros decanos, con el Dr. Emiro Rotundo y otros directores, García Bacca nos daba una charla sobre los Fines y Objetivos de la Universidad. En ese momento, yo, un joven de 27 años recién graduado de planificador, ingenuamente trataba de que el filósofo nos orientara y nos facilitase una especie de fórmula lógico matemática para derivar los objetivos a partir de los fines. En esa oportunidad, con su estilo de extrema amabilidad, sonriendo con comprensión y simpatía me dijo: “Profesor, los fines no son axiomas de los cuales puedan derivarse los objetivos como si fuesen teoremas”. Brillante. Indudablemente se trataba de presentar y explicar de una manera muy pedagógica el concepto de Heurística, que años antes había desarrollado Polya. Actualmente desde la semántica y desde la planificación, con la ayuda de complejos programas electrónicos se ha intentado resolver está utopía. Un poco más tarde, hube de retirarme de la reunión para dirigirme a la Clínica Razzetti y así estar presente en el nacimiento de Amandita. El tercer personaje será Isaías Berlin, brillante profesor de Historia y Civilización en la Universidad de Oxford. Berlin a los treinta años se retiró de la docencia formal de la Cátedra de Filosofía Analítica, cuando Wittgenstein en una conferencia le cuestionó la tesis que estaba presentando. Posteriormente se consagró como el intelectual ingles más distinguido del siglo XX. Una mención especial se la habremos de dar a nuestro conocido y ahora famoso Aponte (Plaza de Pintores. Avenida Casanova. Diagonal al Restaurante Neronne del Hotel Coliseo). Aponte estará presente con su bellísima pintura “Dalias primaverales en el viento”, que desde 1976 me pertenecen y las cuales exhibo orgullosamente en el salón recibo de nuestro apartamento, que ahora para inquietud familiar se ha transformado en mi cubículo universitario, con libros y papeles rodando por todas partes. Precisamente por ese detalle mencionaré a dos primos, guayaneses como yo, ambos también académicos y universitarios. Un recuerdo ya lejano en el tiempo para Jesús Sanoja y un saludo consecuente y solidario para el morocho Víctor Gruber. Los invito a todos a reflexionar y a leer el ensayo titulado Las Esencias de Proust. Igualmente invito a reenviar este correo a personas que pudiesen estar interesados en el tema.